Ulises o la educación deportiva: una perspectiva histórica, literaria y epistemológica

La Ilíada y la Odisea, fruto de una larga tradición oral, de siglos de poesía creada y transmitida por cantantes profesionales, los aedi incoscientes de la escritura1 , se convierten en las dos referencias, en las fuentes principales de las que se desprenden las líneas de investigación sobre el primer modelo, propiamente dicho, de formación humana, un modelo de paideia que llega a caracterizarse como un modelo ideal de vida y de cultura. Paideia prevé la propuesta de un ideal humano y prevé recorrer episodios precisos desde la infancia hasta la adolescencia considerados ricos en significado. Desde la infancia hasta la juventud, como ocurre con Aquiles, trascurre el tiempo que indica un crecimiento progresivo, una maduración, un devenir en el que se realiza el ideal humano. En la Ilíada, en efecto, no se observan con exclusividad las hazañas de un héroe o el funcionamiento de la divinidad en su existencia física; en el centro está el hombre en su creación, es decir, en su materialización que aspira a convertirse en un héroe. La educación homérica, que por razones puramente cronológicas también puede calificarse de "heroica", es sobre todo una educación práctica, que da importancia al cuerpo, a su cuidado y a su fuerza. Pero también es una educación de excelencia espiritual, que también da relieve al discurso y a la persuasión. Epea kai erga es la referencia de la educación heroica: la de Aquiles, para confirmarlo, es el entrenamiento del joven guerrero que combina el cuidado del cuerpo con la oratoria, bajo la guía del maestro Quirón y que recuerda no poco, también en la relación maestro/escuela, la práctica dórica de la pederastia. También a Telémaco en la Odisea se le enseñan los valores del coraje y la excelencia, al mismo tiempo que se le insta a practicar con la lira, a cantar, a hacer sacrificios, a adorar a los héroes, a escuchar los criterios oratorio-musicales del pasado.